sábado, 23 de noviembre de 2013

Crítica... a modo personal.

En el sur podemos encontrar distintos puntos gastronómicos referentes de la zona, ya sean caletas, hoteles, restaurantes, etc. Muchos de los cuales pueden ser de una alta categoría o simplemente apuntar a diferentes segmentos, sin embargo, todos deben (a modo personal) tener los mismos parámetros como calidad, montajes o simplemente vender lo que se nos ofrece.

Es por esto que en la siguiente entrada, a modo de crítica constructiva, analizare distintos puntos de comida y servicio del restaurante “la olla”, sin embargo, destacar que las apreciaciones son completamente personales, basadas ( a lo mejor) en gusto y preferencia, pero que no necesariamente se refleje en la realidad para muchos de sus comensales.

Ubicado en Puerto Varas camino a Ensenada, específicamente en Ruta 225 loteo los castaños sitio 1, el restaurant “la olla” se levanta como un local turístico referente en la zona. Su mezcla de cultura alemana, chilota y chilena, sumado al entorno y a la infraestructura del local da como resultado una gran expectativa del restaurant, lo cual se ve reflejado en las especialidades de mariscos, como chupes, pil-pil, pailas marinas, etc.

Su capacidad es de setecientos cincuenta personas, cupos que a simple viste desde la carretera parecen ser cubiertos todos los días y a cualquier hora de este.

El entorno con el volcán Osorno, Lago Llanquihue y bosques del sur hace juego con la infraestructura, otorgando esa calidez de hogar para los comensales.

A modo personal:
En un análisis al macro entorno, la ubicación considero que es buena, aunque para muchos no lo sea. Si bien esta restirado de la ciudad, igualmente es cerca a los distintos puntos turísticos de los alrededores de Puerto Varas, como por ejemplo la costanera de la ciudad. Al mismo tiempo, considero que los estacionamientos son escasos e incomodos, discrepando de su descripción que se puede encontrar en su página online.

En lo que respecta al ámbito de servicio, considero que hay una cantidad suficiente de garzones para atender las mesas, con gran rapidez y conocimiento de la carta, sin embargo, creo que falta un poco más de “venta” por parte de ellos, es decir, que sean capaces de vender un plato de buena forma cuando el comensal no puede decidirse.

Además, considero que uno de los puntos más importantes de un servicio es la capacidad del garzón de “estar, pero no estar”, es decir, que sea capaz de atender la mesa sin necesidad de irrumpir o intervenir en la mesa, aunque para muchos parecerá ridículo, pero es fundamental a la hora de una buena velada para los comensales. Un ejemplo de esto, es que los garzones a la hora de llegar a la mesa, sean capaces de entregar el plato indicado a cada persona, sin la necesidad de preguntar ¿Quién ordenó….? O ¿Para quién es el/la….? (plato determinado).

Por último, un punto básico del servicio, es entregar TODOS los platos al mismo tiempo, para que los comensales puedan empezar a comer al mismo tiempo sin tener que algunos esperar a que llegue el plato de los restantes.

Por otra parte, en lo que respecta a las preparaciones, considero que representa de buena manera una parte del sur de Chile con  mariscos, pescados y carnes formando así una carta clásica, por lo que en una humilde opinión y crítica, creo que se debería variar la carta o bien otorgarle un plus a ciertas preparaciones que asoman como de antaño. Todo esto basándome en la expectativa con la que llegan los comensales al local.

En lo que respecta a lo gourmet, considero que no pertenece a esa línea, pero tal vez si lo haga en el aspecto de comida casera, de hogar, con porciones más que abundantes, por lo que no se puede establecer si son buenas o malas las porciones, simplemente son platos destinados a comer bien con esa mano casera que acompaña a los típicos hogares del sur.

La calidad de los platos en general es buena cumpliendo lo que se podría pedir como estándares básicos: comida caliente,  se sirve lo que uno ordena y platos iguales en su presentación.

Considero que uno de los puntos más básicos de un restaurant y motor principal de su funcionamiento es el sabor y sazón, punto en el cual difiero, pensando en que es un tropiezo permanente debido a que se repite en las veces en que concurrí al restaurante.

He probado platos de mariscos y pescados como salmón en salsa emperatriz y el salmón a la mantequilla, o bien el creps vegetariano o las chuletas acarameladas; y basándome en los platos antes mencionados, considero que en sus especialidades es en lo que más hay falencias, ya que las chuletas acarameladas son excelentes, con salsa sabrosa aunque hace falta un poco más de textura, con su guarnición de piña y puré de manzanas simple, pero que las acompaña de manera perfecta y las chuletas bien cocinadas sin partes crudas o secas.

Sin embargo, en pescados y mariscos es donde se encuentra la “espina”.  Por ejemplo en el salmón a la mantequilla, a pesar de ser un plato simple, creo que debiese tener en “Plus” el plato, un mayor sabor, algo que lo caracterice, por lo que es rico, pero se puede esperar más. Pero en lo que respecta al salmón en salsa emperatriz creo que no cumple de ninguna manera lo que uno espera. Su salsa de camarones, salsa blanca y whisky deja bastante que desear, ya que los camarones son totalmente insípidos al igual que la salsa blanca y el whisky no se encuentra en ninguna parte. Además, la salsa de los creps, creo que es de la misma salsa blanca que acompaña al salmón descrito anteriormente, lo que no tiene nada de malo, pero nos encontraremos con una salsa sin sabor.

Por último, creo que todo lo que se presenta en un plato debe ser pensado, creado y colocado por alguna razón, por lo que las “decoraciones” de los platos si bien aporta a lo visual, creo que en la armonía con las preparaciones no lo están. Si son dispuestas en el plato, considero que deberían otorgarles un tratamiento (cocción, caramelización, grillado, etc.) y no en crudo, y así de esta forma aportar al concepto general de la preparación.

A los lectores les puede denotar una crítica deconstructiva, errónea o simplemente “mala leche”, sin embargo, está basada en experiencias personales y realizadas a modo de consejo y así dejar claro esos puntos que considero bajos y que puedan arreglar a futuro.

En general, considero que es un restaurante muy bien ubicado, con gran espacio en sus comedores, con garzones rápidos y capacitados y con comida de la “nona”, casera y elaborada con amor, pero creo que se espera más de este local por el gran renombre que posee, por habitantes de la zona y por parte de los turistas. Igualmente considero que se pueden cambiar y mejorar varias cosas en el restaurante que pueden traducirse en una mejor experiencia al comensal, ya que es un restaurante con tradición que creo se está dejando llevar por el “vicio” de los años, dejando de lado puntos básicos que los pueden llevar a un gran éxito.